No quería un molino eléctrico, eso le quita romanticismo al asunto, ademas de que son muy caros, quería uno manual con una base de madera y un cajoncito en donde se recolectara el café una vez molido.
Ayer acompañé a Gaby al centro y mientras esperabamos unos lentes recordé que mi prensa francesa se tronó el otro día así que le dije que mientras fueramos a comprar una, mi idea era comprar una pequeña como la que tenía pero ya estando en la tienda vimos unas mas grandes padrisimas, me gustó una pero a gaby le gustó otra y ya sabrán cual tomé, en fin, ya con mi cafetera dimos vuelta al estante y "tomala barbon" frente a mi estaba, no uno ni dos, estaban como 5 modelos de molinos para café; No son muchos los momentos en los que algo me emociona y me gustó sentir ese salto dentro de mi cuando los descubrí.
Durante el resto del día estuve pensando en lo afortunado que soy por alegrarme por algo tan sencillo y no haber perdido esa capacidad de asombro, o no necesitar cada vez algo mas caro y rebuscado para ser feliz por un instante, di gracias por esa noche escuchar la lluvia y poder oler la humedad que tocaba mi ventana.
La cosa es que terminé comprando la prensa francesa jumbo y el molino, los estrené compartiendo un café con Gaby y sus papás...
Cafe! ... El saberlo disfrutarlo es qualidad de pocos...
ResponderBorrarcheers!
Sigo esperando la prueba del café, como hay gente envidiosa....jajajaj
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