
Salí del cine desnudo, sin piel, en carne viva; Una andanada de estímulos y emociones me había golpeado, erosionado por mas de dos horas. hacia ya mucho tiempo que no disfrutaba una película de manera tan completa, dejandote arrastrar de la risa al llanto, a la reflexión gracias al trabajo de un gran director, que cuenta una gran historia hecha de cosas sencillas, esas cosas que guardamos bajo llave para utilizarlas solo en ocasiones especiales, si, esos sentimientos.
Con una anécdota tan básica como lo es la historia de un hombre que a unos metros de la muerte le cuenta su vida a su hijo, Tim Burton nos regala un poema de colores, música y actuación envuelto en una fantasía inocente, linda diría yo, BIG FISH es una película de esas que por fortuna no son populares ni aspiran a volverse clásicas y no por que le falten méritos, sino por que va mas alla.
Estructurada por largos flashbacks unidos por una linea sencilla, casi modesta, comparable con el hilo que une valiosas perlas y regresa a su inicio para formar un collar, un circulo condenado a repetirse una y otra vez, pues de lo que habla Daniel Wallace, autor de la novela un que esta basada esta cinta, es un asunto atemporal que, a pesar de estar ubicado en la provincia gringa no tiene tierra, es simplemente humana, por que padres, hijos, vida, muerte, amor, sueño y fantasía están en todos lados.
En fin, quien ya se dejo acariciar por este filme sabrá de lo que hablo; Quien no, veala, sientala, pues el amor tiene mas de dos caras, el romanticismo no tiene por que ser cursi y la fantasía no es de uso exclusivo de los niños y los viejos. Disfrute de un reparto espléndido, unos efectos especiales mesurados, un ritmo fluido, un soundtrack exacto, un viaje lleno de metáforas y poesía que estoy seguro le hará derramar una lagrima y quedarse durante todos los créditos mientras la realidad toca y toca y usted se niega a regresar y tener que abrirle la puerta.
CONFI.

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